Las tramas corren por el mismo Río, el hilo conductor que une a todas las piezas creadas, tomando al Río como sabiduría ancestral, la red que conecta al hombre y a la canoa, dos elementos de la historia que nos remiten y nos recuerda de donde venimos, la esencia de la humanidad.

Exploro desde la intuición femenina, desde la energía del hacer cotidiano, desde la búsqueda por las formas, la investigación de procesos textiles, los pliegues como resguardo, el sashiko como cicatrices que lucen sofisticadas con los años.

La apertura de lo sensible nos lleva al camino sin importar de donde vengamos, es parte de la evolución del hombre dejar de creer en los ismos y abrir su mente y su corazón a la profunda humanidad, todo lo que sale de estas obras son mensajes colectivos, nada es casualidad todo tiene un sentido, el lugar actual, el pasado y lo que esta por venir, todo se conecta así como nos conecta el Río y nos transporta la canoa hacia la evolución y el intercambio.